25.11.14

En Nymphomaniac de Lars von Trier el padre de Joe le dice:
“It’s actually the souls of the trees that we see in the winter.”

Quizá es eso. Siempre me interesó más lo oculto, lo enterrado, que la imagen voluptuosa de la felicidad efímera. Más real, tal vez, o por lo menos más integral en la configuración de un ser. Quizá ahí reside mi fascinación con los árboles. Esa desnudez que trasluce el paso del tiempo. Que es acción y huella. Que duele, porque está vivo. Porque cambia, crece, se quiebra, estruja, resquebraja… pero sigue. Siempre, sigue.

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