19.1.09



¿Cuántas veces dejamos que nuestros pensamientos nos aten? ¿Que controlen nuestras acciones, hasta nuestros destinos? La mente limita más que cualquier otra cosa. Es ella quien decide nuestros movimientos. Y hay veces que se equivoca. A veces crea falsos dilemas y complicaciones que no nos dejan respirar. Nos encierra con sus rejas de sombra; sutilmente bloquea las salidas, las opciones. Y nos maneja como títeres inertes en el sinsentido de una existencia temerosa de vivir.