ella colecciona.
miradas,
palabras,
escenas.
las guarda en cajitas,
y cajones, en estantes
y carpetas.
no hay palabras,
ni un sólo rótulo.
sólo imágenes y
viento.
se arma un museo
de viejos cuadros
que se entumecen con el tiempo.
a veces lo recorre,
pincel en mano, y
con la mirada perdida.
busca, sigilosa,
hasta encontrar;
un capa de color
arriba de muchas capas
que no hacen más
que desdibujarlo.
a veces andan sueltos,
correteando,
llamando la atención
o quizá
buscan la salida.
pero ella duerme con un ojo abierto.
nada se le escapa.
todo se apila, se sedimenta
todo se corroe.