mirar adentro

aprendí
a abrazar
el abismo
y dejarme
atravesar
por las cosas,
por personas,
por mí.

sin resistencia
a la mutación
inevitable
e infinita
que nos da forma
y sentido,
alma
y color.

♥

diálogos i

fósil.
un alma vieja disecada. 
sucia. quebrada.
me paralizó 
mi parálisis eterna.
quiero viajar,
irme lejos.
el cambio viene de adentro. 
como un fuego. incontenible.
decime qué necesito, qué quiero.
decime cuándo y dónde. decime cómo.
no sé ya nada.
es todo tan borroso,
no sé por dónde empezar
para llegar a ningún lado.


¿qué te hace feliz?
(no te estoy preguntando qué te gusta,
te estoy preguntando qué te hace feliz.)
lo que te hace feliz duele. tira. necesita más de vos. 

miedo

¿miedo? ¿miedo a qué?
a todo.
mentira.
cómoda.
miedo a seguir sintiéndome
cómoda.
miedo a lo estático.
miedo a seguir igual,
siempre.
miedo a no cambiar más.
miedo a lo estático.
miedo a ser fósil.

un té de carqueja

ese sabor amargo
de doler historias ajenas
y marchitar el presente
contando imponderables

entre vos
y la sombra
de tu sombra,
un océano.

a veces me causa gracia la elegancia con la que te olvidás la mitad de lo que te digo.
o cómo lográs que no tenga peso ni forma ni causa ni efecto.

y que subía
por una escalera
y tu brazo hacía
de baranda.

y arriba,
al llegar,
un abrazo
de panza,

soñé

no te puedo leer

más.  (o nunca)
y te codifico
los ojos, las ganas.

ella colecciona.

miradas,
palabras,
escenas.

las guarda en cajitas,
y cajones, en estantes
y carpetas.
no hay palabras,
ni un sólo rótulo.
sólo imágenes y
viento.

se arma un museo
de viejos cuadros
que se entumecen con el tiempo.

a veces lo recorre,
pincel en mano, y
con la mirada perdida.
busca, sigilosa,
hasta encontrar;
un capa de color
arriba de muchas capas
que no hacen más 
que desdibujarlo.

a veces andan sueltos,
correteando,
llamando la atención
o quizá 

buscan la salida.

pero ella duerme con un ojo abierto.
nada se le escapa.
todo se apila, se sedimenta


todo se corroe.

El otro día me di cuenta que estaba viva.
Y me sentía rara. Lejana.
Como si en algún momento, sin notarlo,
hubiese avanzado una mitad mía,
dejándome atrás.
Separándose en silencio,
sin adioses ni promesas,
sin nombres,

sin mi.

Me fui sin mi;
y no me acuerdo
quién era.
Ni quién soy.

El otro día me di cuenta que estaba viva.
Me desdoblé ahí nomas
y me miraba
(desde arriba)
mirar…. todo.
Con ansias,
con ganas de
devorar imágenes,
colores,
luces,
sonidos.

Con toda esa vida afuera
pidiéndome entrar.
Con el sol de frente
obligándome a sentir,
a volver.

Y yo quiero,
volver.

¿Dónde?

Las tardes de lluvia me hacen acordar a Salto.

A Salto, en un sillón al semi reparito,
con una hendijita de la puerta-ventana abierta.
Todos juntos, en silencio; viendo cómo caen los segundos.

A que la luz se cortó y ahora qué.
Es hora de siesta en Salto y se nos fue la luz.
Y llueve.

Con la lluvia te das cuenta
que algo más que vos pasa en este mundo.
Te detenés;
y te sentís parte de un todo…
un todo que llueve con vos.

El sonido; es el mismo… siempre.Y volvés.

Llueve y me siento viva.
Me siento acá.
Y allá. Pero una.

esos días,
que de tan largos
parecen semanas,
que cuando terminan
no sabés ni
qué-dónde-cuándo,
que se mezclan
de personas y lugares
de sabores y colores,
que te cansan tanto
que te llenan de energía.
y te vas a dormir
queriendo despertar.

me encantan

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -